Londres es de esas ciudades que esconde infinidad de rincones secretos. Lugares que no aparecen en las típicas guías de viaje, ni en muchos casos te recomendarán amigos y conocidos que hayan ido a la ciudad del Támesis de visita. Son rincones escondidos que solo los que viven en Londres se animan a compartir. Dejamos a un lado Camden, Notting Hill, el Big Ben y Tower Bridge para perdernos por los lugares más peculiares de Londres.
- The Rolling bridge o puente enrollable. Normalmente, como su nombre indica, es un puente como cualquier otro, sin nada especial; pero si pasas por donde se encuentra un viernes a las 12 de la mañana, es probable que no veas puente, sino que veas una especie de escultura circular. Y te preguntarás, ¿y eso? Pues muy sencillo. Solo los viernes a la hora indicada, el puente se enrolla y deje de ser un puente como tal.
- La copia de Dowing Street. La puerta de entrada de la casa del primer ministro británico es una de las fachadas más reconocidas a nivel mundial. Lamentablemente su acceso al público está restringido, lo que frustra en muchas ocasiones a aquellos que se acercan a la residencia para tomar una simple foto. Por ello, si lo que quieres es que parezca que has estado a tan solo unos metros de Cameron, puedes ir al número 10 de Adam Smith. Encontrarás una fachada bastante que te permitirá decir que tú también estuviste ahí.
- Neal’s Yard. Uno de los rincones que solo se descubre mediante recomendaciones. Este lugar, al lado de Covent Garden y formado por casas que cuentan con fachadas y de múltiples colores, merece la pena ser visitado.
- Dunstan in the East. Convertida hoy en día en parque, esta zona, fue una de las más castigadas durante las guerras ya que la iglesia que se encuentra entre los árboles y flores fue arrasada en dos ocasiones. Christopher Wren fue quien se encargó de su reestructuración con la idea de darle un aire más acorde a la época.
- Las 7 narices del Soho. Como lo lees, y es que en Londres se encuentran repartidas 7 narices. Como ocurre en la Universidad de Salamanca con su famosa rana, también en la ciudad del Támesis puedes jugar a los detectives tratando de encontrar, en este caso, narices. Aunque hay que decir que una de ellas se encuentra bajo los arcos del Admiralty Arch, que comunica Trafalgar Square con The Mall. Se encuentra a unos dos metros de altura, así que, si vives en Londres, es probable que a lo mejor nunca te hayas percatado de esto. Se cuenta que la nariz se encuentra ahí en honor al Duque de Wellington, conocido por su gran nariz y porque la propia caballería real la frotaba para asegurarse buena suerte. Y esta historia de narices te ha gustado, ten en cuenta que en la zona del Soho y gracias al escultor Rick Buckley podrás retarte a ver quién encuentra más.
- Templo de Neasden. Este templo hindú no suele aparecer en las rutas turísticas, ni tampoco es una de las más típicas visitas a realizar si viajas a Londres durante tres días. Situado al este de Londres, el edificio es el templo activo con mayores dimensiones fuera de India.
- St Katharine’s Dock. Los muelles de Santa Catalina forman un puerto interior construido al lado del Támesis encontrándose muy próximos a Tower Bridge, zona que fue destinada al comercio.
- Leadenhall Market. Este mercado, del siglo XIV, es uno de los más antiguos de Londres, se encuentra en Gracechurch Street. Sus altos tejados, techos pintados de verde, sus peculiares adoquines… Dan a este mercado un toque diferente al de todos los mercados que puedas descubrir en Londres.
