Has decidido vivir en Londres, y crees que teniendo un buen nivel de inglés, digamos que medio-alto, no tendrás problemas para desenvolverte en esta ciudad, especialmente en todo lo que respecta al idioma. Piensas, ¿Cómo no me van a entender con el nivel de inglés que tengo?
Bueno, ya te hablamos hace unas semanas de que la pronunciación en inglés es uno de los principales problemas para los hispanohablantes. Puedes pensar que te entenderás con los ingleses, pero muchas veces no es así, especialmente en el tema oral, ya que todos sabemos que en España se hace mucho más hincapié en todo lo referente al escrito. Por ello, este aspecto, además de las diferencias entre las dos lenguas, hace que la pronunciación en inglés sea una de las tareas más arduas para todos los que queremos perfeccionar este idioma.
Y eso fue lo que le pasó a Irene cuando llegó a Reino Unido y comenzó a trabajar en Londres. Se dio cuenta de que el nivel que ella creía tener, no era tal, especialmente en lo que al aspecto hablado se refiere, y decidió ponerle solución cuanto antes.
Al vivir en Londres, lo primero que hizo fue buscar en Internet cómo podía mejorar esos problemas que le surgían a la hora de pronunciar, y encontró que una buena solución es ver series en inglés y escuchar la radio en el idioma.
Pero sabía que con ello no sería suficiente, porque en el fondo, necesitas que alguien te diga si eso está bien o mal dicho, y lo mejor es recurrir a profesionales. Por eso se puso en contacto con nosotros tras ver en nuestra web un curso de pronunciación en inglés para hispanohablantes. Irene quedó convencida de los beneficios de este método y al vivir en Londres, pudo hacer a los pocos días la clase de prueba que ofrecen en la propia academia.
Irene llegó a las instalaciones de la academia, a tan solo 5 minutos caminando de la estación de Holborn, justo a la hora. En la entrada estaba esperando Joe, el propietario de la escuela y la persona que le haría a Irene la prueba para comprobar qué nivel tenía e identificar cuáles eran los principales fallos de la pronunciación en su caso.
Lo primero en lo que Joe se centró fue en explicar las diferencias existentes entre las vocales y consonantes del alfabeto español y el inglés. Por ejemplo, Irene no tenía ni idea de que hubiera hasta 19 sonidos de vocales diferentes, ¿Cómo puede haber 19 si en español solo tenemos 5? Pues así es. Y consonantes 24.
En este punto Irene terminó de comprobar que ese nivel de inglés que creía tener no se acercaba ni lo más mínimo a la realidad… Pero la clase con Joe siguió y éste continúo explicándole todas diferencias entre los sonidos y cómo debía articularlos correctamente en inglés. Para ello debía prestar atención a la forma en la que ponía los labios, la lengua y la mandíbula. Irene seguía sin entender cómo era posible que en el colegio no le hubieran explicado nada de esto, pero bueno, ella siguió atenta.
Con Joe el método se basó en la repetición de palabras, las cuales él corregía en el caso de que la pronunciación no fuera la correcta. Explicó las diferencias entre sonidos y lo importante que era distinguir, ya que en inglés hay muchas palabras que creemos que se pronuncian igual (como por ejemplo chip y cheap) y no es así.
Además, Irene pudo mirarse al espejo mientras pronunciaba las palabras para ver en qué aspecto fallaba, y así intentar corregirlo, porque esto al fin y al cabo es un método de repetición, mejor que de memorizar, y la gran mayoría de las palabras se basan en reglas que siguen patrones.
Joe también le explicó a Irene cuáles eran los principales problemas de los hispanohablantes, como por ejemplo la H que nosotros solemos pronunciar como J o G, y en general de todas aquellas lenguas que proceden del latín.
La prueba duró aproximadamente una hora, durante la cual Irene pudo preguntar todas aquellas dudas que le surgieron, como por ejemplo, las diferencias entre el acento británico y el americano, o por qué nos cuesta tanto a los que tenemos lenguas latinas hablar un correcto inglés si se compara con otros países como Polonia o Suecia.
Pudo echar un vistazo al libro que proporciona la escuela como material de estudio y comprobó que no es nada monótono como los métodos seguidos por otras escuelas. En este caso, se basa en hablar y corregir, en la interacción y en la motivación que supone para el alumno el hecho de comprobar que va mejorando rápidamente.
Irene comprendió la importancia de una correcta pronunciación en inglés, especialmente a la hora de trabajar en Londres, y terminó contratando los servicios de clases particulares en la escuela, porque sabe que la pronunciación es algo fundamental para el día a día cuando hablas inglés y es un aspecto al que se debe prestar especial atención.